Una de las profesiones en alza y muy demandada por las empresas, es la de desarrollador web, quien se encarga del diseño, desarrollo, arquitectura y mantenimiento de un sitio web mediante el uso de herramientas y lenguajes de programación.
Las perspectivas de futuro para estos perfiles van de la mano del sector TIC, lo que augura un gran crecimiento en los próximos años, ya que la digitalización y tecnología se desarrollan a pasos agigantados. Por otro lado, si tienes interés en trabajar como desarrollador web, ten en cuenta que es un perfil bien remunerado, con rangos salariales que van desde los 22.000€ aproximadamente de un perfil junior hasta los 50.000€ de un trabajador senior, además de contar con flexibilidad horaria o teletrabajo, ventajas muy valoradas por quienes quieren orientar su carrera al mundo digital.
Qué pasos seguir para trabajar desarrollando aplicaciones web
Formación específica: existen varias opciones para formarte como desarrollador web, si bien puedes optar por estudiar una licenciatura en informática o una disciplina relacionada que te proporcionará una base sólida en teoría de la computación y programación, también podrás hacerlo mediante un grado superior de formación profesional, el cual es más práctico y en el que podrás desarrollar habilidades centradas en las necesidades de las empresas del sector, lo que garantiza que termines con una rápida inserción laboral.
Base de conocimientos: es fundamental construir una base sólida de conocimientos. Esto implica comprender los fundamentos de la programación, como HTML, CSS y JavaScript. Estos lenguajes son la columna vertebral de la web, y aprenderlos es esencial. También PHP, Python, Ruby, Java, Node.js, trabajan con bases de datos, sistemas de gestión de bases de datos (DBMS), servidores web y otros componentes de infraestructura.
Además, las certificaciones en tecnologías web específicas, como las ofrecidas por Microsoft, Google o Cisco, pueden ser valiosas para demostrar tu competencia en áreas particulares del desarrollo web.
Aprendizaje continuo: el aprendizaje nunca termina en el mundo del desarrollo web. La evolución constante de tecnologías y tendencias requiere que los desarrolladores se mantengan actualizados y continúen aprendiendo. Las oportunidades en este campo son variadas, desde trabajar como desarrollador frontend, backend o full-stack, hasta especializarse en áreas como la seguridad web, la inteligencia artificial o el desarrollo de aplicaciones móviles.
¿Qué diferencias existen entre un desarrollador web frontend y desarrollador web backend?
El desarrollador web frontend se enfoca en la parte visible de un sitio web, es decir, la interfaz con la que interactúan los usuarios. Su principal tarea es garantizar que la interfaz sea atractiva, funcional y fácil de usar. Trabajan en la experiencia del usuario (UX) y se aseguran de que el sitio web funcione correctamente en diferentes dispositivos y navegadores.
Sin embargo, un desarrollador web backend se centra en la parte no visible del sitio web. Se encarga de la lógica y la funcionalidad que ocurre detrás de escena, como la gestión de datos, la seguridad y el rendimiento. Almacenan y recuperan datos de bases de datos, diseñan y mantienen estructuras de bases de datos.
En cuanto a la seguridad, implementan medidas para proteger los datos y garantizar que la aplicación sea resistente a ataques cibernéticos, como inyecciones SQL o ataques de fuerza bruta.
Dentro de las tareas que pueden llegar a realizar están el desarrollo de servidores y APIs, crear sistemas de autenticación y autorización, gestionar sesiones de usuario, implementar lógica empresarial, realizar copias de seguridad y recuperación de datos, entre otras.
El trabajo del desarrollador de aplicaciones web es fundamental en la actualidad, ya que desempeña un papel esencial en la creación y el mantenimiento de sitios web y aplicaciones que son vitales para nuestra vida cotidiana y el funcionamiento de las empresas en todo el mundo. La constante evolución de la tecnología hace que la actualización de habilidades sea esencial, lo que crea un entorno de aprendizaje continuo y desarrollo profesional.
